Quisiera analizar cuatro factores que
están involucrados en esta parafernalia del acceso a la información y que son centrales en su desarrollo y consolidación:
Archivos y transparencia
—Alfonso Vázquez Sotelo*—
La Ley
Se ha producido mucha legislación que busca ser muy severa en la aplicación de castigos y penas. Las grandes condenaciones están blan-diéndose como enseñando las uñas. En términos generales, la ley y sus reglamentos no están consolidados y, por tanto, requieren un ajuste que dé mayor precisión a la sociedad.
Gobierno
El gobierno, sin importar el color y tendencia, impone un autoritarismo, en ocasiones no tan sutil, para ofrecer una imagen en donde la ley está presente, a veces sin actuar, y que es impulsada con grandes visos para obtener los apoyos de un gobierno democrático.
Sociedad
Aún se tiene gran incertidumbre en los resultados. ¿Qué utilidad aporta tener un aparato de esa magnitud frente a resultados magros?
Archivos
Los sigo viendo igual que hace trece años. Sin apoyo real, sin personal capacitado, con limitaciones en su operación, sin rostros felices. Todo esto no produce eso que debería suscitar este conjunto de leyes: combatir la opacidad. A lo lejos veo grandes temas que hoy mismo se discuten en el senado de la República: las causas para reservar la información como un gran reto en una sociedad cambiante y un gobierno necesitado de credibilidad. En temas de seguridad pública falta encontrar el nivel apropiado para tener la información suficiente. ¿Cómo volver los derechos humanos tan humanos como se requiere y no escudar contubernios de acciones fatales e irremediables?
Alfonso Vázquez Sotelo fue director
del Instituto Estatal de Documentación del
Gobierno del Estado de Coahuila y coordinador General de Difusión Cultural y Patrimonio Universitario de la UAdeC. Actualmente ocupa la Coordinación General de Bibliotecas, Publicaciones y Librerías de Coahuila. Este texto representa un fragmento de su conferencia dictada en el Tercer Congreso Estatal de Archivistas, llevado a cabo el 9 y 10 de marzo de 2015 por la Asociación Coahuilense de Archivistas y el ICAI.
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